Es curioso, pero en varias oportunidades recorrí la
autopista A64 del sur de Francia, viajando de
oeste a este. En la primera oportunidad venía de cruzar los pirineos en Jean
Pied du Port. Antes de pasar al costado de la ciudad de Pau observé un cartel en forma de
flecha que decía Lourdes y la distancia en quilómetros, poco más de veinte. Hasta
ese momento no tenía idea de donde quedaba Lourdes, ni siquiera en qué país.
«Si paso otra vez por aquí desviaré» me dije y continué para tomar rumbo hacia
el norte.
Dos años más tarde volví a recorrer la autopista, esta vez
partiendo de Irum, destino la costa azul e Italia. Vi nuevamente el cartel
indicador de Lourdes y volví a decirme «Si paso otra vez por aquí desviaré».
Pasaron algunos años, doce exactamente, y mi advocación por la virgen de
Betharram aumentó. Recorrí la A64 por tercera vez. En esta oportunidad decidí
hospedarme en Pau. Esta vez sí iba a ir a Lourdes, y si me era posible
pasaría por Betharram. Sabía que el sitio donde se cree apareció la virgen
quedaba muy cerca. Ya se utilizaban en este momento los GPS, pero para
ahorrarme unos euros yo había decidido continuar confiando en el mapa de papel.
Me levanté temprano en Pau para ir a Lourdes. No había
encontrado el camino exacto para llegar a Betharram, mi francés no es muy bueno,
de modo que tal vez otro día, en otro viaje. Antes de tomar el camino de
Lourdes a tan solo unos cincuenta quilómetros, decidí dar una pequeña vuelta
por el centro de Pau, había salido a cenar la noche anterior, la excelente
comida de la región y un muy buen vino y me vinieron deseos de recorrer el
centro de la ciudad. Pues la cuestión es que me perdí y comencé a dar vueltas,
opté por seguir el rumbo como se dice, seguir la ubicación del suroeste
observando el sol, me sobraba el tiempo y los lugares eran hermosos. Para sorpresa
mía en una de las vueltas observé un cartel, decía hacia Lourdes por Betharram.
Llegué cerca de mediodía. La visita fue inspiradora. El río Gave de Pau, donde la leyenda dice que una niña se ahogaba en el torrentoso caudal del
río cuando la virgen parada en la orilla le acerca una rama para salvarla. La virgen
del ramo hermoso, escrito en francés antiguo Betharram. La iglesia, el camino
del viacrucis en la montaña, destruido y reconstruido.
Almorzamos con mi esposa al borde del río caudaloso, una
especie de picnic, quesos franceses y otros.
En la tarde continuamos el camino hacia Lourdes, pero hoy es 28 de julio, día de Nuestra Señora de Betharram y el comentario de la
visita a Lourdes quedará para otro momento.